jueves, 3 de mayo de 2018

"Sana-sana colita de rana"


La palabra sanar, para mi gusto, esta desgastada, prostituida, y demeritada, por la idea errónea que se tiene del ser “sanado”. Asumimos que asistiendo a terapia de cualquier índole, esta nos sanará y listo. Nos venden la idea de que existen polvos mágicos, palabras mágicas, sesiones mágicas que erradicara los padeceres así como la tecnología nos vendió la idea de que todo es desechable y no pasa nada, sin embargo esto no ocurre así. El alma herida, necesita ser vista.
Desde mi experiencia personal y estoy segura de que los que han llevado un proceso personal profundo y respetuoso, no me dejaran mentir, la sanación ocurre cuando decidimos tomarnos de la mano y decimos…. “me hago absolutamente responsable de mi misma” y no nada más en el sentido alimenticio, económico, sino también en el sentido emocional.
Vamos por la vida reaccionado en lugar de responder ¿entiendes la diferencia?...reaccionar es el impulso inconsciente ante un estímulo, por lo tanto responder asume el trabajo interior de sentir, pensar y elaborar una respuesta ante una situación particular.
Recorremos caminos, terapias, grupos, experiencias queriendo encontrar respuestas, sin aceptar el silencio como una de ellas, vivimos en el capricho de decir que si entendiéramos “x o y” situación, esto sería suficiente, pero aun después de descubrirlo, sigue sin bastar, en esta etapa de mi vida he entendido que hay preguntas sin respuestas, pero esas mismas preguntas nos abren caminos que no conocíamos, para reformular la pregunta nuevamente desde otra perspectiva.
En mi experiencia personal yo era una mujer deprimida desde hace muchos años asumiendo mi rol como mujer deprimida, dañando mi cuerpo con medicamentos, y miles etcéteras, luchando contra eso, intentando cambiar, intentando entender lo que me pasaba, enredada en el drama de las carencias afectivas en mi vida, de la necesidad, asumiendo roles defensivos que me hacían sentir más y más dolor, desando todas las mañanas no seguir en este plano, me esforzaba deberás, pero siempre volvía al mismo lugar.
Llegue al punto en que dije con resignación sostenida “así nací y nunca va a cambiar” porque quería encontrar las respuestas de mis porqués, basada en los otros. ¿Qué me hicieron, que me pasó, que sucedió para que yo este así? El parto traumático que tuve, la experiencia a los 6 años que tuve, la falta de apapachos, etcétera por mil. Sí bien en el proceso fue necesario entender mi historia para construirme a partir de eso, también fue importante no darle tantas vueltas, si lo veo desde arriba me sirvo construir un rompecabezas de mi vida, con información de mi árbol genealógico para entender patrones aprendidos, repetido y lealtades familiares inconscientes.

Probé con terapia psicológica, constelaciones familiares, reiki, yoga, psicología de la alimentación, un curso de milagros, meditación, que sin duda son herramientas poderosas, que si bien te llena de información sobre ti, te centran y te conectan contigo misma, por ejemplo la psicología de la alimentación me ayudo a entender que lo que como importo no por estar bien físicamente, si no porque los alimentos llevan información a mis células, y esa energía se convierte en pensamientos, el reiki me enseñó a cuidarme energéticamente y limpiarme, las constelaciones familiares me hicieron verme desde otro punto de vida, y ver a todos mis ancestros para entender más allá de lo que mis ojos veían, la meditación me ayudo a ser y estar, el curso de milagros me ayudo a darme cuenta que existen dos leyes por la que nos guiamos la ley del miedo y la ley del amor, a creer en los milagros y entender las respuestas universales, y el yoga a desenmarañar mis memorias corporales para sospechar que faltaban piezas en mi rompecabezas personal, pero si hay una falta de ti, vueles al punto de inicio, porque cuando ni siquiera tienes tus cimientos personales firmes, esa identidad y conexión personal suele ser un engaño del ego diciéndote que sientes “bienestar” porque ya descubriste que la tatarabuela fue abusada por el machismo, y no digo que no te den un bienestar real pero no es suficiente tener información, la magia surge cuando en vez de preguntar ¿porque¿ empiezas a restructurar los ¿para que? de esas historias.

Al ego me refiero con esas ideas erróneas sobre ti misma…

El ego no eres tú, es una falsa identidad que has creado con tus creencias limitantes, los pensamientos faltos e incluso las ideas heredadas, con impresiones adquiridas por experiencias de tu vida.

Es esa voz interna que te sigue cuestionando tu capacidad, tu deseo, tu miedo, y te sigue frenando, esa identidad que te hace decir “Hey, pobre de ti, los demás tienen la culpa”, porque te violaron, porque te abandonaron, porque te rechazaron, y entre el juego de empobrecernos, jamás llegamos a sentirnos ganones en el camino.

Sanar al inicio no es nada parecido a un masaje relajante, no es anestesiar el dolor, sanar, es… afrontar el dolor y aceptarlo como maestro, enfrentarte a tu realidad, mirarte a ti mismo a los ojos y aceptar, que es lo que está pasando contigo, aceptar que definitivamente no te quieres lo suficiente para hacerte valer y respetarte, pero que hoy es una excelente oportunidad para cambiar eso, es agarrar de la mano a tu niño con carencias y decirle : “a partir de hoy te tomo de la mano y te cuido, porque el amor que no te dieron cuando eras niño, me corresponde a mi dártelo, sanar es una vida de constancia, voluntad y disciplina, y de responsabilidad personal, en agarrarte de ti, y decidir alejarte de lo que te daña, te desgasta y asumes como destino. Sanar es dejar de decirte, loco, enfermo, miedoso, incapaz, nervioso, y absorber internamente tus cualidades, valiente, capaz, maravilloso, alegre, ocurrente.

Es agradecerle a tus padres que te dieron la vida y dejar de culparlos por tus traumas, porque tú madre ya hizo suficiente con darte la vida y cuidarte para que siguieras vivo el resto de los años que le siguen, hasta convertirte en un adulto.

Es darte cuenta que el simple hecho de que tú nacieras es un regalo y no una desdicha que te tocaran los padres que te tocaron. Aprende de ellos, de sus patrones, de sus conductas, de sus situaciones personales, tómalos como tus mayores benditos espejos y cámbialo, cambia la historia, mejórate, no porque ellos estén mal, sino porque tú deseas algo diferente para tu vida.
Asume que tienes todas las herramientas para cuidarte, amarte y respetarte, y dejar a la niña en su lugar para convertirte en un adulto metafóricamente hablando, porque puede que seas independiente y tengas 40 años pero “reaccionando” como niño cada que tocan la fibra de tu herida.

Es por una vez en tu vida, decir… “no soy responsable de lo que los demás hacen, dicen o piensan pero soy responsable de lo que como respondo ante eso, y así de simple como por arte de magia, la vida brilla, la vida cambia, la vida se vuelve un lugar lleno de milagros maravillosos y tu un ser pleno con agradecimiento por todo lo que te toca vivir, no quiere decir que a la semana siguiente no vayas a reaccionar como acostumbras, sanar un camino paciente y bondadoso, un proceso de asimilación, pero saber que si reaccionas así, tienes la oportunidad de respirar y entender, que el proceso es tuyo, que los otros no tiene la culpa de nada, que los otros tienen su proceso, más despiertos, mas dormidos, más o menos, como sea, es adjudicar en tu vida la idea de que cada vivencia, de dolor, o bienestar, nos viene a enseñar algo para seguir evolucionando, y que no necesitas ser “algo, alguien o hacer algo específico que no nazca de tu alma para que te quieren, acepten y respeten, porque por el simple hecho de nacer, ya lo mereces”. DATELO TÚ.

Con todo mi cariño, Eunice.

miércoles, 15 de julio de 2015

De bienvenidas amor y des-amor.

Podemos hablar del amor. 

Cuantas veces me senté y pensé como poder hablar del amor y de lo que eso significaba. 

Ahora que tengo la oportunidad de hacerlo entiendo que hace 6 años, no tenia ni idea de lo que el amor era, creo que ahora tampoco, pero cambio algo importante, ahora sé que me gusta, que busco y que necesito, ahora puedo definir el amor y racionalizar todas esas ideas que en algún momento surgieron en el fondo de mi ser. 

Estudio psicología y curiosamente me interesa mucho las relaciones de pareja y las pautas de interacción de los seres humanos hablando de una forma un tanto romántica. He asistido a diversos cursos, seminarios y actualizaciones sobre el tema, leído libros, experimentado en carne propia lo que es una relación de pareja y aún así sigo sin poder decir que es normal, sano o positivo. Es tan complejo esclarecer conceptos o ideas tangentes, o tener claro de que linea partir para poder nombrar de alguna manera situaciones que suceden en las relaciones de pareja. 

Durante todos estos años, me he visto involucrada con diversos hombres, a los cuales entregue parte de mi ser de forma diferente, cada vez (a mi parecer) mejor, cada vez una mejor versión de mi. Sin embargo siempre sucedían cosas que terminan por convencerme que eso de las relaciones no eran para mi, cuando en el fondo sé que la naturaleza humana es básicamente la de permanecer, ahora a mis 25 años, el amor es una de las cosas más importantes en mi vida, no hablo de cuentos de hadas, de príncipes  azules, hablo de la realización de compartir tu vida con alguien. 

Conocí a un hombre después de estar por algún tiempo con la idea de "no-relaciones", después de creerme por algún tiempo que sería la tía solterona. Es te hombre me parecía muy misterioso desde el principio, no podía descifrar lo que veía en sus ojos, ni lo que me hacia sentir aún sin conocerlo realmente, dude por algún tiempo  en que se pudiera dar algo real y profundo. Mi ser temblaba de miedo, porque no quería volver a cometer los mismos errores del pasado, el demasiado insistente y positivo me hizo entender que solo había una vida y que si no me equivoca ahora, no podría decir que había vivido. 

Me aventuré a vivir una historia con él, temerosa, esperaba todos los días a que el me convenciera o me recordara que la decisión que tome era la correcta, el era espléndido. detalles sin parar, cartas de amor, sorpresas, charlas llenas de historias, llanto, abrazos y un sin fin de horas de besos, aún creo que no había experimentado algo tan mágico en mi vida. Yo aún seguía insegura, y si me lastimaba, me rompía el corazón o terminaba destrozada de nuevo, no podía confiar, no podía dejarme llevar, porque al final de cuentas el era un hombre.  

Después de un mes, hicimos un viaje juntos, improvisado y solitario, solo él y yo. En una de mis ciudades favoritas, reímos, lloramos, hablamos, cantamos, estuvimos en contacto con la naturaleza contándonos todos nuestros mas oscuros secretos, apenas al mes, sentía que lo amaba, no le alcanzaba el te quiero para desbordar lo que ese hombre misterioso, había provocado en mi,  Todos los días durante 3 meses se encontraba conmigo de una forma mágica, misteriosa, apasionada,  Tal vez me estoy brincando partes de la historia que mi sesgo personal no alcanza a ver, tal vez es solo mi versión, tal vez solo tal vez solo es una fracción de realidad, pero para mi, era lo más real, espiritual y mágico a la vez que había vivido. 

No dejaba de preguntarme ¿que tenia ese hombre que me hacia sentir tantas cosas?, hacer el amor con él. mirarlo a los ojos, verlo cada día, acurrucarnos, era lo mejor de mi día. Hasta la fecha después del nefasto desenlace, sigo pensando que aún a pesar de los defectos es uno de los hombres más maravillosos y que más he admirado en la vida. 

Regresando a la historia, no deje de preguntarme y de asustarme cada día que sentía algo más fuerte. ¿como era posible que yo pudiera sentir algo así? ¿como era posible que alguien me amara de tal forma, me mirara así y diera tanto por mi? Un día hubo velas, champán, y un anillo simbólico en el cuál me decía que me casará con él, después hubo un viaje a DF, en donde fortalecíamos nuestro vinculo, comenzamos a vivir juntos. Cada día estábamos mas enamorados, el hacia cosas que para mi eran importantes, me hacia sentir especial, me hacia sentir la mujer más hermosa, me traía flores a casa, me hacia sentir la mas afortunada. No hubo hombre que me hiciera nunca sentir así, que me diera todo, que me diera tanto.  (no porque no lo hubiesen hecho, si no porque nadie lo hacia como yo necesitaba)

El miedo creció, se convirtió en mi y comenzaron las discusiones, cada día, una nueva por alguna tontería, hasta que un día me percate que ese hombre ya no me miraba como antes, ya no tenia la paciencia y sobre todo ya no me demostraba cada día que yo era el tesoro más grande que tenia, el miedo entonces creció más. Lo único que podía pensar era en que me lastimaría, que me abandonaría, que no funcionaría, aunque me aferraba como loca a la idea de hacer todo lo que estuviera en mis manos para que eso funcionará, pasaron los días y no entendía como habíamos llegado a donde estábamos, el me comentó que las tontas discusiones habían desgastado la relación, yo no podía creerlo, pero tenia razón. El miedo que tuve se comenzó a convertir en realidad, cada vez era más frío, más distante, mas hiriente, y yo cada vez más necesitada, más asustada y más desequilibrada. Me lamentaba el hecho de haberme metido en una relación, porque al final de cuentas siempre entras en una relación con la conciencia de que puede pasar lo peor. 

Ahora el ya no se quería casar conmigo y yo me sentía culpable. ¿había auto saboteado mi relación? como era posible que mi miedo hubiera ganado otra vez, a los meses, me confeso él que le tenia miedo al compromiso, que nunca había podido dar ese paso y que siempre terminaba sus relaciones porque terminaba huyendo. Me sentí herida, porque me dio un anillo y me prometía que estaría conmigo toda la vida. A partir de estos momentos yo me sentía herida por todo, todo el tiempo y el se sentí frustrado la mayoría del tiempo, lo que tanto nos acercaba, nos comenzó a alejar. 

Fue cuando entendí, que no era mi culpa, ni la de él. En parte sí, en parte no. 

Ahora tenemos la peor relación de la historia, sin embargo seguimos aquí juntos, intentando recuperarnos de los demonios que aparecieron y destrozaron lo que teníamos. Mis demonios internos, chocaron con los de él y comenzó el caos. Es una de las relaciones más caóticas de mi vida, pero también es una de las relaciones más reales que he tenido, más profundas, más lastimosas, más amorosas, más cercanas. 

Todos me dicen que eso no es sano, que debería alejarme de él, mi cuerpo incluso en ocasiones me lo dice también, y yo después de leer libros, de estudiar psicología y de tener demasiado teoría en mi mente respecto a las relaciones, puede más el amor que siento por él y todo lo que significa que eso, tengo la ingenua esperanza de que podemos salvarnos y salvar la relación. 

Hace días leí un libro que se llama "El buen amor en la pareja: cuando uno y uno, suman más que dos"  y entendí que es sumamente difícil llevar una. Que sí bien no es culpa de nadie que algo no funcione, es nuestro deber cociente de sanarnos para poder estar en pareja. Justo el domingo hablamos yo él y entendí que sí bien la relación no funciona, hemos aprendido, y nuestro nivel de conciencia a crecido al encontrarse uno con él otro. 

El amor maduro es aquel, en que los traumas infantiles no hacen ruido, los miedos desaparecen y existe un compromiso mutuo de compartir la vida. Aún así me sigo preguntando ¿hasta que punto es sano o insano estar en una relación cuando las cosas se complican? incluso me preguntó, si será sano el hecho de aprender y crecer juntos aunque sea tan caótico actualmente, o simplemente intento creer que nadie puede decirnos como vivir el amor, pero sobre todo nadie puede pedirnos que no seamos nosotros y cometamos nuestros propios errores. 

Sí bien no hay estándares para guiarnos en la relación de pareja, creo que debemos seguir a nuestro corazón y estar y no estar en donde el nos pida. 

El amor es así, por más teoría que se tenga, llega de una forma en que no tienes tiempo ni de revisar tus apuntes.